ESCUELA PITAGÓRICA

El segundo estadio importante en la historia de la filosofía presocrática lo constituyen dos grandes escuelas itálicas: la pitagórica y la eleática.

 

"Pitágoras fue el primero en tomar el nombre de "filósofo". Esto no implicaba sólo un nombre nuevo, sino que anticipó una enseñanza útil de la propia ocupación.

Dijo, en efecto, que el ingreso de los hombres en la vida se parece a la concurrencia masiva a las reuniones festivas. En efecto, así como allí andan por todos lados hombres que poseen diversos propósitos (uno, el que está apresurado por vender mercaderías con miras a un negocio ventajoso; otro, el que concurre para exhibir la fuerza de su cuerpo, en busca de honores; hay incluso una tercera especie, la más libre, que se congrega con el fin de ver los lugares y obras artesanales más bellas y los hechos y palabras virtuosas, de las cuales suele haber muestras en las reuniones festivas), análogamente en la vida hombres muy diversos en sus esfuerzos se congregan en un mismo lugar: unos son presa de ansias de riquezas y bienes superfluos; otros, del deseo de dominio y mando, y son poseídos por el amor a la victoria y por la ambición desesperada. Y el más puro es ese tipo de hombre que se muestra en la contemplación de las cosas más bellas, al que corresponde el nombre de "filósofo". (Jámblico, V. P. XX 58).

 

ESCUELA ELEATICA

 

PARMENIDES Y HERACLITO

A pesar de que existen ciertas similitudes entre Heráclito y Parménides, las doctrinas de ambos siempre han sido contrapuestas (con cierto margen de error), ya que la del primero suele ser llamada «del devenir» o (con cierto equívoco) «del todo fluye», mientras que el ser de Parménides es presentado como una esfera estática e inmóvil.

 

Sobre Heráclito

Frg (1)De esta razón, que existe siempre, resultan desconocedores los hombres, tanto antes de oírla como tras haberla oído a lo primero, pues, aunque todo ocurre conforme a esta razón se asemejan a inexpertos teniendo como tienen experiencia de dichos y hechos; de éstos que yo voy describiendo, descomponiendo cada uno según su naturaleza y explicando cómo se halla. Pero a los demás hombres les pasa inadvertido cuanto hacen despiertos, igual que se olvidan de cuanto hacen dormidos.

Frg (17)No entienden los más las cosas con las que se topan, ni pese a haberlas aprendido las conocen, pero a ellos se lo parece.

Frg  (51) No comprenden cómo lo divergente converge consigo mismo; ensamblaje de tensiones opuestas, como el del arco y el de la lira.

Frg  (80)Preciso es saber que la guerra es común; la justicia, contienda, y que todo acontece por la contienda y la necesidad.

Según la versión de Alberto Bernabé, "De Tales a Demócrito", Madrid, Alianza, 1988.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

FR. 6, Poema del ser, Parménides.

1. Necesario es decir e intelegir que lo ente es. Pues es ser

2. pero nada no es. Te intimo a que todo esto pienses.

3. Y primero de esta vía de indagación yo te aparto,

4. pero luego también de aquella por donde los mortales que nada saben

5. van errantes, bicéfalos: pues el desconcierto en sus

6. pechos dirige el errabundo noûs. Arrastrados,

7. sordos a a la vez que ciegos, estupefactos, masas indecisas

8. para quienes ser y no ser son lo mismo

9. y no lo mismo, y el sendero de todo es revertiente
 

 

 

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